El Real Madrid volvía a jugar un partido a mediodía tras 16 años. El equipo de José Mourinho se presentaba al encuentro con una imponente racha de seis victorias consecutivas en la liga (más cuatro en la Champions League) que le han ascendido hasta el liderato de Primera División. Sin encajar Iker Casillas un gol en cinco partidos.
El técnico portugués seguía sin poder contar con Marcelo, Kaká y Carvalho, bajas por lesión, pero por otra parte recuperaba a dos de sus laterales con el alta médica de Álvaro Arbeloa (tras un golpe sufrido en Anoeta) y Fabio Coentrao después de un problema muscular.